5 pasos para conectarte con tu belleza interior

¿Quién no quiere tenerlo todo cuando se trata de tener confianza en sí mismo/a?

Cuidar tu cuerpo siempre será importante mientras tengas vida. De hecho, es saludable sentirse orgulloso/a con el cuerpo de uno mismo, querer verse bien y sentirse atractivo/a.  La conexión entre tu belleza interna y externa forma parte de un equilibrio de salud y bienestar. Además, reconocer lo maravilloso/a que eres por dentro y fuera refuerza tu autoestima.  Sobretodo, te ayuda a descubrir, aceptar y valorar el gran ser humano que eres. ¡Ser único/a ya te hace grandioso/a!  

Recuerda que la esencia de quien eres va más allá del número en la báscula o la talla de los pantalones o vaqueros que usas. Da una pausa y disfruta todas esas acciones que has venido realizando por tu salud. Haz una lista de esa diversidad de logros que has tenido en este recorrido de salud y ¡disfrútalos! Pon en perspectiva el gran valor de tu belleza interior, ya que forma parte de esa gran fortaleza que tienes y que incluso te ha hecho resiliente.

Centrarse en tu belleza interior no significa que dejes de tomar decisiones saludables. Simplemente significa mirar más allá de tu físico y también trabajar y cuidar tu mente y tu espíritu. Disfrutar de quienes somos como persona y de esa belleza interna que poseemos, refuerza la relación que tenemos con nosotros/as mismos/as, promueve una relación saludable con la comida, mejora nuestras relaciones interpersonales, funcionamiento laboral y hasta nos permite disfrutar de las cosas simples de nuestro diario vivir.

A continuación, hemos reunido 5 pasos para prestar atención a nuestro crecimiento interior y ayudarte así a reconectar con tu belleza interna:

1) Identifica 3 cualidades que te gusten de ti mismo/a:

Cierra los ojos y piensa en las cualidades de otras personas. Cualidades que te atraen de ellas.  Luego, pregúntate, ¿qué cualidades tengo que atraen a mis amigos/as y seres queridos? Escribe tres cualidades que te gusten de ti mismo/a. Algunos ejemplos incluyen:

• Presencia: estás siempre disponible para las personas que te rodean cuando te necesitan.
• Positividad: irradias vibraciones positivas y buena energía.
• Evitas juzgar: aceptas a las personas y situaciones tal y como son.
• Muestras compasión: abres tu corazón con los demás y eres un apoyo para otros tanto en sus momentos de felicidad como en los días de dificultad.

2) Afirma tus cualidades:

Reflexiona sobre ti mismo/a, sobre quién eres y sobre esa esencia que te hace único/a como persona. ¿Cuáles son esos puntos o fortalezas que te distinguen? Di esas tres cualidades positivas en voz alta como afirmaciones (o declaraciones de «Yo soy»). 

Por ejemplo: “Yo soy valiente. Yo soy alegre. Yo me intereso por otros. Yo soy importante. Yo valoro cada acción y paso que doy por mi salud».

Esta práctica te ayuda a reconocer quién eres por dentro, tu verdadera esencia. 

3) Practica el auto perdón:

¿Cuáles son algunas cualidades o comportamientos que juzgas o críticas de ti? Por ejemplo, hoy día no pudiste completar la actividad física que tenías planificada y/o no conseguiste mantenerte dentro del presupuesto de calorías como habías planeado. Reflexiona, ¿cuál es el mensaje dentro de ti al respecto? Tal vez sea algo como, “jamás voy a perder peso”, “siempre me saboteo” o “no merezco el éxito”. Presta atención a tu diálogo interno. En lugar de juzgarte, sé amable y compasivo/a, y perdónate a ti mismo/a. Que en ocasiones las cosas no salgan tal como esperabas es parte de la vida y como persona no tienes que ser perfecta.  

Luego coloca una mano en tu corazón y di: «Me perdono por juzgarme como ________». Transforma esas ideas y pensamientos desde una perspectiva diferente, llenando el espacio en blanco con una declaración positiva sobre ti mismo/a: «La verdad es que también soy ______».

Perdonarte a ti mismo/a y declarar en voz alta “la verdad es que también soy…” te ayudará a ser justo/a y noble contigo mismo/a, para que realmente puedas ver la situación más claramente y tomar las medidas/acciones apropiadas. Rendirse no es una opción y el auto perdón puede ayudarte a seguir avanzando con tus metas de salud y bienestar.

4) Practica la gratitud:

Coloca tu mano sobre tu corazón, cierra los ojos y respira profundamente para conectarte contigo mismo/a. Escribe tres cosas que te hagan sentir feliz y agradecido/a de estar vivo/a hoy.

5) Irradia amor:

¡Mírate a los ojos, sonríe, mantente erguido e irradia el amor que hay dentro de ti!

Este proceso de conexión con tu belleza interior realmente se centra en ayudarte a ver lo que otros ya ven dentro de ti, y hacer todo lo posible para que comiences a creerlo. Una autoimagen fortalecida y un sentido de belleza interior pueden aumentar tu autoestima y confianza en tí mismo/a. Lo que te hace verdaderamente hermoso/a, que es tu esencia y tu resplandor interior, ¡durará toda la vida! 

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